Dos pruebas: 3 Svelarancido y 3 Oliver verifican la calidad del aceite de oliva virgen extra
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El contenido de acidez del aceite de oliva virgen extra, representado por el ácido oleico, es un parámetro crucial para evaluar su calidad. Está determinado por el porcentaje de ácido oleico presente en el aceite y constituye un indicador primario para evaluar la idoneidad del aceite de oliva para la compra. Un valor de acidez más alto se asocia con una menor calidad del aceite.
Es importante subrayar que la acidez no es perceptible al gusto durante una cata de aceite de oliva virgen extra y sólo puede identificarse mediante análisis químicos realizados en laboratorio.
Cabe señalar que la acidez no debe confundirse con la ligera sensación de hormigueo que se suele sentir en la garganta durante la degustación. Este último es, en cambio, un signo de baja acidez e indica una producción y prensado recientes de las aceitunas.
Revela Rancid Prueba de rancidez: Esta prueba evalúa la presencia de compuestos de oxidación en el aceite, que pueden indicar un proceso de rancidez. Un método común es la prueba TBA (ácido tiobarbitúrico), que mide la presencia de aldehídos secundarios, un subproducto de la oxidación de los aceites. Un nivel alto de aldehídos puede indicar que el aceite se ha vuelto rancio.
Oliver -Prueba de acidez: Esta prueba mide la cantidad de ácidos libres en el aceite de oliva. El aceite de oliva virgen extra de alta calidad suele tener un bajo contenido de ácidos libres. La acidez se expresa como un porcentaje de ácido oleico presente en el aceite y se puede determinar mediante análisis químicos de laboratorio o pruebas de un solo uso como Oliver.
Promover estas pruebas es importante para garantizar que los compradores puedan verificar la frescura y la calidad del aceite de oliva virgen extra antes de comprarlo, ayudando a tomar decisiones informadas a la hora de elegir un producto de buena calidad.
Test de rancidez El aceite de oliva virgen extra y el aceite de oliva, como todas las sustancias grasas, se vuelven rancios si se exponen al aire (oxidación). La oxidación da lugar a peróxidos que, mediante una reacción en cadena favorecida por la luz y el calor, provocan una pérdida de calidad del aceite. Los peróxidos son compuestos extremadamente tóxicos para nuestro organismo ya que su descomposición forma radicales libres que pueden provocar destrucción celular, resultando en envejecimiento celular y otras patologías, incluidas las cardiovasculares. La oxidación es un proceso natural, pero en el aceite de oliva virgen extra se retrasa por la presencia de un alto porcentaje de ácido oleico, un alto contenido en polifenoles y Vitamina E. Por este motivo es aconsejable utilizar aceites de calidad, ricos en antioxidantes naturales. .
¡Cuanto menor sea el contenido de peróxido, mejor será el aceite para tu salud!